Querid@s amig@s: Durante un tiempo, desde octubre de 2010, la revista El cultural.es convocó un concurso de microrrelato semanal de no más de 140 caracteres. Dirigido por el escritor Montero Glez, quien proponía un tema diferente cada semana, la idea tuvo un gran éxito, con una respuesta masiva de participantes, que en cada convocatoria sumaban cientos de microrrelatos. Así que podéis imaginaros la ilusión que me hizo ser el elegido en la segunda semana, cuyo tema era La vendimia. El premio fue un libro, una bonita edición ilustrada de "Hamlet", a petición mía.
Escribir un microrrelato es un gran reto y, para mí, además, un entrenamiento literario maravilloso. Cada distancia literaria tiene su dificultad. Hay que mentalizarse muy bien para recorrerla con el aliento necesario. Qué diferencia entre estos 138 caracteres de este microrrelato, por ejemplo, y los más de 26.000 de mi última historia "Te amo con locura". Sin embargo, todos cuentan una historia. Y este de la vendimia cuenta algo que todos, o casi todos, estoy seguro, hemos visto en alguna ocasión, a alguien tratando de atrapar con sus dedos algún objeto pintado en un cuadro al pensar por un momento que está añadido a la tela por el artista. Sí, tú también, Ysabel, el otro día, delante de mí, quisiste agarrar con la mano la pequeña red de una barquita de pesca pintada en un lienzo haciéndonos creer a los que te acompañábamos que te creías que era de verdad.
Aquí tenéis mi microrrelato:
Era tan buen pintor que, en sus exposiciones, había gente que rascaba las uvas de sus bodegones, pues afirmaban verlas recién vendimiadas.
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