Anteayer, 24 de agosto de 2021, aniversario del nacimiento en
1899 de Jorge Luis Borges en Buenos Aires, vio la luz mi libro de relatos Son
las brujas las que vuelan. Quedo enormemente agradecido al Grupo Editorial
Sial-Pigmalión, y en especial a su presidente Basilio Rodríguez Cañada, así
como a Verónica Vilaverde, responsables de la edición, por haber llevado a buen
término el alumbramiento de estos cuentos. La oportunidad que se me ha vuelto a
brindar de rescatar del olvido una nueva colección de historias es impagable.
Con este son ya cuatro los títulos míos que esta editorial ha puesto a
disposición de los lectores desde que iniciara mi andadura con ella en 2011,
hace ahora diez años, lo que supone mi consolidación definitiva en el “cuento
literario”, el género más querido por mí.
Son las brujas las que vuelan se presenta al público con
una introducción del escritor y crítico literario Vicente Araguas, a la que ha
llamado “Relatos salvajes”, y con siete ilustraciones, dos en color y cinco en
blanco y negro, del pintor Jaime Galdeano. A los dos les agradezco en el alma
su participación estelar en el libro, ya su casa para siempre también. La foto
de la solapa corresponde a Lio Shumer, y la de la cubierta al propio autor, es
decir, a un servidor (y aquí hago una profunda reverencia). Representa a una
bruja de origami plegada por mí mismo según modelo de mi colega español José
Aníbal Voyer Iniesta, uno de los autores de referencia a nivel mundial en el
complejo y maravilloso mundo del arte del papel plegado.
El tren de cuentos ya está en marcha, ya solo falta que los
viajeros se suban a él y disfruten de un viaje de carcajadas. Una advertencia,
sin embargo: el billete no garantiza que no pueda llover algún que otro
escobazo en el túnel de la bruja. Ánimo, en cualquier caso, creo que merecerá
la pena, pero claro, qué voy a decir yo…
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