Este caballo, el más hermoso que he plegado en papel, tiene una especial significación para mí, pues lo comencé a primeros de agosto de 2020, en el primer mes del covid, unos días antes de que falleciera mi padre, y lo acabé unos días después. Es un modelo de una cierta dificultad, que parte de un único papel cuadrado y que, como es lo habitual, no presenta ni un solo corte. Lo hice siguiendo unos diagramas bastante deficientes, pero la genialidad del autor reflejada en ellos logró que pudiera terminar con éxito la figura. De alguna manera este caballo simboliza para mí el triunfo del espíritu sobre la muerte, el salto de todos los obstáculos hacia la LUZ. Eso es lo que quiero pensar.
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