domingo, 24 de noviembre de 2013

ANÁLISIS DE LA NOVELA "EL BAILE DEL EMPERATRIZ", POR XOSÉ AZAR


Por su interés, dada la originalidad y coherencia del método de análisis de textos literarios ideado por el escritor y escultor Xosé Azar, publico a continuación el estudio que ha hecho de mi novela El baile del emperatriz.



Análisis de Xosé Azar de la novela de Ramón Jiménez Pérez El baile del emperatriz.

  

Estimado Ramón:

En Poética formal, que se puede ver en xoseazar.esintento un método de análisis ideado en principio para los poemas y los dramas, pero extensible a los relatos y al arte en general. Voy a valerme de él en el estudio de tu obra, advirtiéndote que tal vez sea demasiado riguroso, pues la novela siempre ha sido más libre, y la tuya lo es mucho; pero tiene la ventaja de que analiza la forma, por primera vez, de una manera sistemática, y esto tal vez te sea útil a ti que, por lo que he visto en el libro de cuentos, tienes grandes preocupaciones formales.

En la contraportada se dice:

“El protagonista... sacudido en el epicentro de su ser /+/ por un desamor, inicia una nueva vida en una ciudad desconocida /x/ al ritmo del baile de San Vito”.

Éste debe ser, pues, el fondo de la novela, que tendría dos aspectos: el problema amoroso y la ciudad desconocida, tal vez lo segundo para liberarse de lo primero; pero del pasado amor hallo sólo alusiones vagas, que podrían ser el trasfondo si fuesen la raíz profunda; el fondo real es el conflicto de un agonista solitario con un entorno más o menos hostil, al que pretende sobreponerse, primero mediante la burla y después con más hondura.

 Si miras, Ramón, la obra indicada verás que allí se dice que en un poema o en un drama puede haber 10 categorías formales, separables en tres grupos: la armonía o síntesis, con tres posibilidades: contraste /+/(contrasentido), semejanza /=/(consentido) y absurdo /x/(disentido); la melodía o adición, con otras tres posibilidades, que son el aumento o disminución (sosentido), la reiteración (resentido), y una secuencia loca (sinsentido);  y un tercer grupo que llamo ‘imaginario’ que es privativo de lo literario y tiene cuatro formas:  el sugerir quedando el poema o el relato un poco en la oscuridad (insentido); lo relacionado con la metáfora y el símbolo (antesentido); una tercera clase que trata de la escisión entre dos universos de realidad diversos, por ejemplo si el novelista deja, por un momento, la trama de la novela y se pone a hablar de los problemas con su mujer (entresentido); y finalmente, las transformaciones, que hacía por ejemplo, Kafka al convertir en escarabajo a su protagonista (trasentido). Vamos a ver si estas formas se realizan en tu novela; a mí me importa mucho que así sea, porque de este modo se confirmaría la posibilidad de extender al relato este sistema.

 

Con respecto a la síntesis, te vales con frecuencia del disentido, ya en el título”El baile del /x/ emperatriz.

La Contraportada es un primer relato de cinco páginas en tercera persona dedicado a un café-bar, motivo al que se volverá con frecuencia y que es por lo tanto un elemento formal (resentido), lo mismo que el antiguo amor, que aquí aparece también por primera vez, tal vez en antesentido. El comienzo es una secuencia de disentidos:

“Babel, el protagonista de esta historia, llega a la Muy Noble y Muy Leal (y Muy lluviosa) Ciudad del Oeste de X cierta tarde  en que lo primero que hace es acercarse a la playa, /x/besar sus chinitas con unción, y guardar un minuto de silencio /x/ por un caballito herido en una pata, /x=/ un lejano caballo de ajedrez que debería /x/ haber volado hasta allí para curarse”.

Sintetizar así te encanta y toda tu obra está llena de esta forma, dándole, en los casos de mayor acierto, como es el anterior, un aire de locura y gracia.

 

Comienza la sección IV, titulada Movies, compuesta de seis textos:

El primero es un microrrelato contrastado (una /+/después de ‘inesperado’);

el segundo, otro, sodescontrastado;

el tercero es otro, soconestado;

el cuarto es socontradestante;

el quinto es reconestante y

el sexto es socontradestante.

 

Comienza la sección V,  de título destante con respecto al contenido.

Algún texto alcanza la forma imaginaria, como el primero, que es antesocontradestante;

el segundo es sólo recontradestante;

el tercero destante, como una greguería,

el cuarto es un poema con emoción y sin basarse en la listeza, y que por lo tanto va creciendo hasta llegar a un tránsito (aquí es la referencia al amor). Tiene un fondo erótico de alcance y está muy formado: antedescontrasinestancia.

Y así podríamos seguir analizando. Generalmente se basan estos textos en la forma sin: secuencia loca; he aquí un excelente ejemplo, que comienza en la entrestancia, para luego explayarse sinestante:

“Me espejo sobre el libro. Me trago un brebaje cartagenero bonito y pronuncio: EL VALS DEL EMPERADOR, y a sus órdenes acontece la explosión de las paredes, el viento sobre las hojas, la lluvia de las palabras, el gemido de la carne, el prendimiento de las luces, el vals del Emperador, la rijosidad de los ordenanzas, el Sol de medianoche, el mar embravecido, el niño aperitivo, las Arcas de Noé, las carreras de burros, las fotos apaisadas, los forajidos de leyenda, los papagayos volantes”(...)

 y se va exacerbando, es decir, combinándose el formante sin con el so;

en la p.46 el agonista regresa al café-bar;

en la 48, otro poema antesocondestante; al sentimiento de paz le pone coto la última destancia;

en la 55 otro excelente sin, más expresionista:

“Borrachos rehogándose en las depresiones del terreno, camiones cisterna haciendo sus necesidades reglamentarias, pianos (...);

 Noto a veces  exceso de disentido y sinsentido: habría que combinarlos más con las otras síntesis y adiciones.

 

Comienza la sección VI, de titulo antestante, de textos más largos y de más fondo; a veces recuerdan los Poemas humanos, de Vallejo; otras, las Iluminaciones, de Rimbaud. El sentido se capta sólo vagamente; cuando hay emoción es insentido; cuando no, se queda en enigma.

Conforme vamos llegando al final aumenta el puterío, como en el Ulises, al que se va pareciendo El baile cada vez más, pues también allí se recorre la ciudad, que aquí es A Coruña, se pueden identificar algunos lugares.

La novela adquiere una mayor concreción en el tema de la desnudez (72-76), que más bien se adivina, por el estilo elusivo. Hay trozos de una síntesis muy expresiva:

“Un tropel de manos saturadas de onanismo y nicotina se me abalanzaron entonces, oblicuas, volando a su despegue inicial una voluminosa pila de revistas pornográficas que se amontonaba escondida tras los impresos del día y turnos de personal./+x/ Pero yo me desvirtué en grititos improvisadamente estudiados, y abandoné aquella lata de ahumados por la puerta principal./ante des/Y gracias a Dios pude cumplir con su sexto mandamiento (...) “

Sorprende este recurso último a la moralidad, y hace gracia su mojigatería. Ésta  es la aventura  más comprometida, mostrada en insentido; le sigue la secuencia de la persecución.

Trasentido:

“Veva suele meterse a tomar café en bares de viejos, se sienta a la barra cruzada de piernas mientras afuera la lluvia, pertinaz y parabólica, forma invisibles pero caudalosos ríos interiores” (83).

 

Sección VII. La novela  que comenzó juguetona se va adensando, ‘uliseando’.

Aparece de nuevo el café-bar.

La aventura del embarazo es escarnio: juntanza de /+/ y /x/, de la veta hispánica más honda: Quijote, Goya, Valle;

vuelve la fantasía con la aventura del bidón;

vuelve “El asturiano”;

vuelve el amor antiguo como llamada de auxilio;

en el final el fondo se empareja con la forma, y la novela acaba en el baile fantástico que  anunciaba su título.

 

Ahora tendría que condensar estas observaciones en una definición, como hago en la poesía lírica y dramática. Lo que quieres expresar, la idea, hecha de sentimiento y conocimiento, en el sentido que le da Freud en  la Interpretación de los sueños, es el fondo; de la forma ya hemos hablado, habría que ver cuál es la dominante y luego intentar relacionar las dos cosas para ver si se corresponden; ésta sería la tarea, que aquí tan sólo indicamos; tal vez realice un estudio exhaustivo en el cuento La llamada, de tu libro de relatos “Así me pierdo en las ciudades”. Está claro que en El baile se trata de un intento de integración de un individuo nuevo en una ciudad, al estilo de Charlot y de los Hermanos Marx, y del Ulises, por lo que le viene bien la forma dominante, la  sinestancia. El agonista consigue su integración sólo a medias, pues si bien es verdad que al final bailan todos con él, intentó parir y se burlaron arrancándole las muelas. Pero prima la alegre fantasía sobre el duro escarnio.

Mucho más se podría hablar, pero vez te sea oscuro mi planteamiento, ya me dirás.

Se trata de una obra ambiciosa, más en la forma que en el fondo, que servirá de comienzo a otras, en las que estos dos elementos fundamentales del arte se combinen de una manera aún más entremezclada.

Un abrazo,

 Pepe

 

 

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