Celebrándose este
año el nacimiento del escritor gallego, premio Nobel de Literatura,
Camilo José Cela, a quien traté en varias ocasiones por razones de
trabajo, me he decidido a publicar en este blog la carta que me dirigió
en 1997 en respuesta a "El libro de las máscaras de papel plegado", del
Grupo Riglos, publicado por Alianza Editorial y que tuve el honor de
prologar, y que quince días antes le había entregado en mano. Aunque la
personalidad de Cela imponía e incluso podía llegar a intimidar, he de
decir que en las conversaciones que mantuvimos siempre se mostró
exquisito y respetuoso, además de ingenioso. Por ejemplo, si le
presentaba alguno de sus libros para que me los dedicara, se rebuscaba
primero en los bolsillos y luego me preguntaba: ¿tienes máquina de
escribir? Es cierto que cuando pasaba del terreno privado al público
parecía transformarse, como si se pusiera una máscara. Más de una vez
fui testigo de ese proceso de conversión y quedé admirado.
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