El microrrelato más famoso de todos los tiempos es "El dinosaurio", de Augusto Monterroso. Está compuesto por siete palabras: "Cuando despertó, el dinosaurio aún seguía allí".
Con esta obra escultórica que he realizado en origami y "lápiz", continúo con la idea ya expresada aquí el año pasado de reescribir ese cuento de la siguiente manera: "Cuando despertó, el dinosaurio quiso escribir su propia historia". Nueve palabras que de mi puño y letra alrededor de la base sobre la que reposa la figura, seis posavasos redondos unidos.
Para este nuevo "origami literario", como yo los denomino, he seleccionado el espinosaurio de John Montroll, y un lápiz del mismo color aproximadamente que el papel sobre el que he escrito mi versión del microrrelato. En cuanto al papel de que está hecho el dinosaurio, procede de uno rayado de agenda de artes gráficas, significando que él mismo puede escribir sobre su propio cuerpo su historia. Como un árbol, también el dinosaurio lleva grabadas en la corteza de su piel las rayas de su vida, y tiene derecho a manifestar en ellas, sin intermediarios, el dramatismo de su verdad sin que nadie la tergiverse.
Esta obra participará durante el mes de noviembre en la exposición colectiva de artistas de la galería Ra del Rey de Madrid, a beneficio de la propia galería, con ocasióndel homenaje a su fundadora Rafaela del Rey, recientemente fallecida.
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